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¿Por qué ha cambiado la forma de mi mandíbula?

Olivia Camacho
Olivia Camacho
2025-06-14 16:06:07
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La acromegalia, una enfermedad endocrina que se debe a un exceso de secreción de la hormona de crecimiento en la edad adulta, suele aparecer entre los 30 y 50 años provocando una desfiguración progresiva, especialmente de la cara y las extremidades. La visita regular al dentista puede ayudar a detectarla debido a los cambios que produce en la mandíbula durante la edad adulta. La maloclusión Clase III, caracterizada por una mandíbula muy prominente, es uno de los síntomas habituales de la acromegalia. La acromegalia suele caracterizarse por el desarrollo excesivo de la mandíbula, que puede provocar prognatismo, diátesis dentaria y mala mordida, lo que puede provocar dolor o dificultad para masticar. El hueso de la mandíbula es el último hueso de la cara que crece, si el individuo continúa creciendo, ése es el hueso que seguirá incrementando su tamaño de manera desproporcionada. Es raro que se siga creciendo más allá de los 20 años. El crecimiento de los huesos del cuerpo no es igual en todas las etapas de la vida, y en los de la cara sucede lo mismo. El hueso maxilar crece mucho hasta los 9 o 10 años aproximadamente, y a partir de los 10 u 11 suele desarrollarse más el de la mandíbula, es entonces cuando los niños comienzan a dejar de tener rasgos infantiles y empiezan a aparecer los rasgos de mayores. Lo habitual es que se crezca mucho hasta los 16, incluso los 18 y luego el crecimiento se frene. Como los cambios que provoca la acromegalia son lentos y progresivos, es más probable que si un odontólogo te hace un seguimiento durante años pueda diagnosticarlo que uno que te trata una única vez y no tiene una historia del paciente para poder comparar la evolución.
Alberto Curiel
Alberto Curiel
2025-06-08 16:19:08
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El bruxismo y su impacto en los músculos faciales Cuando aprietas los dientes de manera involuntaria, sobre todo por la noche, los músculos de la mandíbula trabajan en exceso. Esto genera dos efectos principales: Hipertrofia muscular: Los músculos maseteros aumentan de tamaño, haciendo que la cara se vea más ancha o cuadrada. Desgaste y adelgazamiento facial: En algunos casos, el exceso de tensión muscular hace que la cara pierda volumen en otras zonas, dándole un aspecto más afilado y envejecido. El bruxismo no solo afecta los músculos, también desgasta los dientes de manera progresiva. Pérdida de altura facial: Cuando los dientes se desgastan y se vuelven más cortos, la mandíbula se acerca más al maxilar, lo que puede dar lugar a un rostro más envejecido o con pliegues marcados alrededor de la boca. Cambio en la alineación de la mandíbula: Si el desgaste dental no se trata a tiempo, la mordida puede alterarse, causando descompensaciones en la estructura ósea del rostro.
Joel Aranda
Joel Aranda
2025-05-26 12:58:57
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Con el paso del tiempo, la forma de la mandíbula empieza a cambiar, su contorno y angulaciones se hacen más difusas, perdiéndose la definición entre la cara y el cuello, el mentón disminuye su proyección, empeoran las líneas de marioneta, aparece la papada y caen las comisuras de los labios, resultando en el empeoramiento progresivo de la flacidez de la parte inferior de la cara y del cuello. El tratamiento del tercio inferior del rostro, específicamente, el rediseño de la forma y proyección del mentón y de la mandíbula, para definir, armonizar y mejorar las proporciones generales del contorno inferior del rostro, se realiza con relleno de ácido hialurónico trabajado en dos planos: En primer lugar se “recrearán” las proyecciones de hueso necesarias, ya sea por falta de estructura suficiente inherente a la persona, o secundarias a las modificaciones por el proceso de reabsorción de hueso relacionada con el paso de los años. En segundo lugar, se tratarán los tejidos más superficiales. El tratamiento del tercio inferior del rostro con ácido hialurónico permite: Mejorar la definición del contorno mandibular, remarcando los límites visuales con el cuello y mejorando la papada. Aumentar la proyección del mentón, lo que disminuye la papada y mejora los surcos del tercio inferior de la cara Corregir la flacidez del tercio inferior de la cara, mejorando el aspecto descolgado y caído del rostro.
Erik Pozo
Erik Pozo
2025-05-26 10:49:00
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La pérdida de masa ósea en la mandíbula reduce el tamaño de la parte inferior del rostro y hace que la frente, la nariz y la boca sean más pronunciadas. La pérdida del tono muscular y el adelgazamiento de la piel le dan a la cara una apariencia flácida o caída. La piel también se seca y la capa subyacente de grasa se encoge, de manera que el rostro ya no tiene una superficie lisa y regordeta. Los dientes faltantes y las encías retraídas cambian la apariencia de la boca, así que sus labios pueden lucir encogidos. La nariz también se puede alargar un poco. Las orejas pueden alargarse en algunas personas.