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¿Cómo eran los perros en la era prehistórica?

Ángel Preciado
Ángel Preciado
2025-06-27 18:08:36
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La evidencia científica indica, sin lugar a duda dos cosas trascendentes en la evolución del perro: la primera es que el agriotipo (antecesor) del perro es el lobo, y que fue la primera especie domesticada por el hombre. Los hallazgos arqueológicos sitúan al primer perro al lado del hombre, en un rango entre 15.000 a 10.000 años antes del presente. La evidencia que se desprende del estudio genético de la especie, indica que esta cifra podría acercarse a los 100.000 años. Saber cómo eran los perros en la prehistoria también nos ayudará a comprender mucho mejor porqué son tan inseparables y nos aportan con tanto cariño en nuestros días.
Ona Ybarra
Ona Ybarra
2025-06-18 03:36:27
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En la investigación ha participado Aritza Villaluenga, del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología y del Grupo Consolidado de Investigación en Prehistoria de la Universidad del País Vasco. Según los datos recogidos, en ese punto en la historia, justo después de la Edad del Hielo y antes de que cualquier otro animal fuera domesticado, ya existían al menos cinco tipos diferentes de perros con distintas ascendencias genéticas. Ese hallazgo revela que la diversidad observada hoy entre perros en diferentes partes del mundo se originó cuando todos los humanos aún eran cazadores y recolectores. Según Pontus Skoglund, líder de grupo del laboratorio de Crick’s Ancient Genomics, algunas de las variaciones que se ven entre los perros que caminan por la calle hoy en día se originaron en la Edad del Hielo. Al final de ese período, los perros ya estaban muy extendidos por todo el hemisferio norte. El equipo investigador ha demostrado que, durante los últimos 10 000 años, esos primeros linajes de perros se mezclaron y se movieron para dar lugar a los perros que conocemos hoy. Por ejemplo, los primeros perros europeos eran inicialmente diversos y parecían provenir de dos poblaciones muy distintas, una relacionada con los perros de Oriente Próximo y otra con los perros siberianos. Sin embargo, en algún momento esa diversidad se perdió, ya que hoy no está presente en los perros europeos. Como comenta Anders Bergström, investigador postdoctoral en el laboratorio de Genómica Antigua en Crick, si miramos hacia atrás hace más de cuatro o cinco mil años, podemos ver que Europa era un lugar muy diverso en lo que respecta a los perros. Aunque los perros europeos que vemos hoy tienen una variedad extraordinaria de formas, genéticamente se derivan de un subconjunto muy estrecho de la diversidad que solía existir.
Aaron Baeza
Aaron Baeza
2025-06-08 07:49:26
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Eran los mejores amigos del hombre, porque se habían convertido en fieles compañeros de trabajo durante la caza. Actuaban con cautela y profesionalidad para encontrar la presa y, gracias a su olfato, la velocidad y la inteligencia, se convertían en la mano derecha del humano. Los cazadores y recolectores trataban al perro como un igual, ya que además de ayudarles a encontrar presas convivía con ellos, cosa que no hacían con ningún otro animal. Los lobos vieron que los humanos cocinaban las presas y dejaban algunos restos, de modo que decidieron esperar a que acabaran de comer para alimentarse con los restos de comida de los humanos y no tener que cazar, ni enfrentarse constantemente a la hambruna. Los lobos empezaron a dormir cerca de los humanos y comenzaron a unirse por un mismo objetivo, ya que ambos cazaban y podían compartir los alimentos, además de obtener la feroz protección de los lobos ante cualquier posible enemigo. El roce continuado de los lobos con los humanos es lo que hizo realidad la domesticación, que empezó con aquellos animales que eran más dóciles dentro de los de su especie. También existen evidencias de que los perros en la Antigüedad formaron parte querida dentro de las familias. Se han encontrado restos funerarios en los que habían humanos y perros que incluso llevaban joyas. Las momias de perros encontradas, pertenecientes a la cultura egipcia, también corroboran este hecho. Para los humanos, el perro suponía una pieza clave en su vida, porque era un fiel compañero que además de hacerle siempre compañía, le protegía y le ayudaba a cazar alimentos muy bien valorados, como la carne de presa.