¿Quién tiene el oído más desarrollado, perro o gato?

Los gatos tienen un sentido del oído muy sensible y una capacidad auditiva mucho más desarrollada que la de los humanos. El oído y la localización del sonido de los gatos es mucho mejor que la de los humanos. La frecuencia audible de un animal adulto está alrededor de los 50 000 hercios, los gatos jóvenes pueden incluso oír sonidos de hasta 100 000 hercios, mientras que una persona apenas percibe unos 20 000 hercios. Incluso los perros, con un campo auditivo de 40 000 hercios, tienen un sistema auditivo menos sensible que el de los mininos. Los gatos también nos llevan una gran ventaja en cuanto a la intensidad acústica. Pueden percibir un sonido apenas audible para las personas a solo 1/1000 de la intensidad del sonido. Percibir los sonidos más bajos siempre ha sido importante para los felinos para su técnica de caza. Registran ultrasonidos antes de darnos cuenta de que se acerca algo desconocido. Incluso cuando están durmiendo sus oídos están listos para la percepción de cualquier ruido inusual.

Y también de los gatos que mejor oyen. Lo primero que puede decirse es que el oído de los gatos es mucho más preciso que el de los seres humanos. Y aunque muchos no lo saben, también está por encima del perro. Los gatos son capaces de detectar sonidos que para nosotros son inaudibles. De hecho, escuchan sonidos en un rango de frecuencia de 48 Hz a 85 kHz. Esto significa que oyen mejor que los humanos los sonidos graves, e infinitamente mejor los agudos. La detección de los ultrasonidos que emiten muchos roedores y pequeños mamíferos les proporciona una ventaja en la caza. Por lo que, en este tipo de gatos, el sentido del oído es una herramienta fundamental para la supervivencia. La audición es una herramienta crucial para los gatos, tanto en la vida doméstica como en su instinto de caza. El pabellón auditivo de los gatos puede rotar 180 grados para enfocarse certeramente hacia el origen del sonido percibido, independientemente del movimiento o posición del resto de su cuerpo, lo que le dota de magnificas cualidades para la caza o para la huida. El gato cuenta con un “accesorio” complementario a su sentido del oído: sus bigotes. Los bigotes del gato, no solo le ayudan a calcular el espacio y distancias hasta elementos cercanos, además son sensibles a vibraciones sonoras de su entorno cercano, sirviéndoles para detectar movimiento cercano. Si tienes curiosidad por saber cuáles son las razas de gato que mejor oyen, como ya hicimos con las de perro, aquí te dejamos algunas de las más conocidas de los gatos que mejor oyen. Los Siameses son conocidos por su inteligencia y capacidad de comunicación. Son extremadamente sensibles a los sonidos. La raza Oriental es muy similar a los siameses y también tiene una audición excepcional. Los Abyssinians son gatos activos y curiosos con una excelente capacidad auditiva. Los Sphynx, carecen de pelo, pero su audición es muy aguda. Son muy sensibles a los sonidos y tienen una personalidad muy sociable y activa. Los Maine Coon, además de ser una de las razas de gatos más grandes, tienen una audición muy desarrollada, lo que les permite ser buenos cazadores. Los gatos bengalíes, con su apariencia salvaje y activa, tienen una audición excelente que complementa su naturaleza curiosa y exploradora. Estos son algunos de los gatos que mejor oyen.

El perro puede oír alrededor de cuatro veces mejor que las personas, incluyendo sonidos de frecuencias más altas que las que puede detectar el oído humano. Y la capacidad auditiva de los gatos es mejor que la de los perros, con sonidos de frecuencias aún mas altas. Los gatos pueden mover cada oreja de manera independiente, lo que les permite localizar un sonido en solo 6 centésimas de segundo. El gato tiene 32 músculos que se encargan de poder girar las orejas hasta 180 grados. El canal auditivo del perro, que lleva los sonidos hasta el tímpano, es mucho más profundo que el de las personas. Un perro puede oír un sonido a 25 metros de distancia, mientras que un humano solo lo detectaría a 6 metros.

En cuestiones de oído, los seres humanos vamos bastante por detrás de los animales, cuya capacidad auditiva es bastante superior en la mayoría de los casos. Personas y animales tienen capacidades auditivas muy diferentes. El motivo es la capacidad de percepción de las frecuencias de los sonidos. En el caso de los ultrasonidos, hay muchos animales que los perciben. Para empezar, las mascotas: perros y gatos pueden llegar a percibir sonidos por encima de los 40.000 Hz. Luego hay otros animales que superan con creces estos registros: por ejemplo, el delfín, que puede llegar a percibir ultrasonidos de hasta 160.000 Hz, mientras que el murciélago de puede llegar hasta los 200.000 Hz. Los primeros se comunican entre ellos con este tipo de sonidos, mientras que los segundos los utilizan para orientarse. La polilla de cera, cuyo nombre científico es ‘Galleria mellonella’ está considerada como el animal con mejor oído del planeta. Los datos son ilustrativos: este insecto es capaz escuchar ultrasonidos de hasta 300 kHz de frecuencia, la mayor agudeza acústica de todo el reino animal. Otros insecto con gran capacidad auditiva es el saltamontes -que puede detectar incluso ultrasonidos emitidos por su principal depredador, el murciélago. El conejo tienen una capacidad auditiva sin parangón: puede llegar a oír sonidos originados a 15 kilómetros de distancia. El pingüino puede escuchar bajo el agua, pero además, puede bloquear la recepción de sonidos si estos le afectan o perjudican. La lechuza posee un oído extraordinario, que no pierde capacidad con el paso del tiempo. Como curiosidad, no tiene oído externo. Aparte de los animales ya mencionados -perros, gatos, elefantes, ratas, delfines y murciélagos-, hay otros animales con un oído extrarodinario, por diferentes motivos:

Pueden escucharlo todo. Hay muchos sonidos que están más allá de la capacidad de tus oídos, pero tu gato los capta sin problema. Los gatos escuchan incluso mejor que los perros. Un rango de 48 HZ a 85 kHz proporciona a los felinos uno de los rangos de audición más amplios entre los mamíferos.