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¿Quién fue el mediador por el Beagle?

Guillermo Camacho
Guillermo Camacho
2025-06-22 17:20:22
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Pope John Paul II sends cardinal Antonio Samorè as mediator in the conflict between Chile and Argentina. On 22nd December in the morning John Paul II informed both leaders personally that he would send his representative to South America, Italian cardinal Antonio Samorè. Two weeks of negotiations later, Cardinal’s diplomatic mission resulted in success. His authority held in high regard by governments of both countries and played a significant role in the decision about a peaceful conclusion of the conflict. The Holy See, worried, decided to step in. On 22nd December John Paul II informed both leaders personally that he would send his representative to South America, Italian cardinal Antonio Samorè. The negotiations between the two nations had not been showing results. The Holy See was asked to function as an arbitrator. On the verge of a war John Paul II had been in the Holy See for just two months, when an age-old conflict between two Catholic South American countries for small, but strategically valuable islands reached its peak. Cardinal Antonio Samorè. On 8th January 1979, a treaty was signed in Montevideo in Uruguay. Both countries pledged to lay down their arms and reach compromise by a process of negotiation. Additionally, the Holy See was asked to function as an arbitrator.
Pol Lebrón
Pol Lebrón
2025-06-16 22:18:01
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El Papa recordó que las intensas negociaciones, que contaron con la mediación de san Juan Pablo II, resultaron en una solución «digna, razonable y ecuánime». El Santo Padre también hizo referencia a la reciente declaración conjunta de los obispos de Argentina y Chile, publicada a inicios de este mes. En ella, agradecen a Dios por haber permitido que el diálogo y la paz prevalecieran gracias al acuerdo alcanzado. Asimismo, expresaron su gratitud hacia Juan Pablo II, quien ofreció su mediación entre ambas naciones, un proceso liderado por los cardenales Antonio Samoré y Agostino Casaroli. El Pontífice elogió a ambos mediadores, calificándolos como «dos grandes». El 29 de noviembre de 1984, Argentina y Chile firmaron en el Vaticano el Tratado con la mediación de Juan Pablo II.
Oriol Ortega
Oriol Ortega
2025-06-15 00:42:06
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El cardenal Antonio Samoré aterrizó en Buenos Aires el 26 de diciembre de 1978 y viajó en las siguientes semanas entre Argentina y Chile con el único fin de obtener información y entender las posiciones de ambas partes. Ambos cancilleres, Carlos Pastor por Argentina y Hernán Cubillos por Chile, firman junto al cardenal el Acta de Montevideo, el 8 de enero de 1979. Así, ambos países ponen una tregua en el conflicto y aceptan que el Vaticano oficie de mediador y encuentre una solución diplomática. El cardenal Samoré fue el encargado de mediar en el conflicto del Canal de Beagle. La mediación del papa Juan Pablo II puso en pausa la disputa. El Vaticano ofició de mediador en el conflicto del Beagle. El cardenal Antonio Samoré llegó a la Argentina para comenzar la mediación.
Miriam Lovato
Miriam Lovato
2025-06-01 12:31:54
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La Santa Sede fue considerada por ambas partes como una tercera parte mediadora fiable y el general Videla aceptó la propuesta de mediación, frenando las intenciones beligerantes. El 26 de diciembre de 1978 llegó a Buenos Aires el cardenal emilianense Antonio Samorè, diplomático experto en América Latina, elegido por el Papa para la mediación. Samorè se reunió inmediatamente con Videla y en los días siguientes viajó entre Santiago de Chile y Buenos Aires para mantener una serie de conversaciones con ambos presidentes. Acompañaron su acción diplomática los nuncios apostólicos en Chile y Argentina, Angelo Sodano y Pio Laghi. En su honor, el segundo paso más importante entre Chile y Argentina pasó a llamarse Paso Internacional Cardenal Samoré (antiguo Paso Puyehue). El Papa Juan Pablo II, pocas semanas después de ascender al trono petrino, lanzó un llamamiento a los presidentes de Argentina y Chile con la ferviente esperanza de ver superada la controversia que divide a vuestros países y tanto aflige mi alma. La Santa Sede optó por desplegar todas sus dotes diplomáticas. La mediación de la Santa Sede fue decisiva para evitar una guerra. La caída del régimen militar argentino en 1983 -unida al deseo de Pinochet de no caer en el aislamiento internacional- hizo propicio el momento para la firma del tratado. Un paso favorecido también por el respaldo del pueblo argentino, que aceptó mayoritariamente los términos del acuerdo en el referéndum promovido por el gobierno de Raúl Alfonsín pocos días antes de la firma.